Ciudad de México.- En el Salón Club de Industriales, ubicado dentro del JW Marriott Hotel Mexico City Polanco, comensales e invitados especiales se reunieron en una Cena de Gala para atestiguar la firma de convenio entre la Academia Mexicana de Gastronomía y la Secretaría de Relaciones Exteriores para promover el Distintivo M, mediante el cual se certificará la autenticidad de los restaurantes que ofrecen comida mexicana de gran calidad alrededor del mundo.
Los restaurantes interesados podrán realizar el trámite correspondiente en las Embajadas y Consulados de México una vez que cumplan con una serie de requisitos de ingredientes, recetas y técnicas de cocinado, entre otros. Podrán mostrar el sello M en sus materiales promocionales como signo de calidad gastronómica.
Desde su creación en 1958, el Club de Industriales se ha dedicado a resaltar la cocina mexicana
Antes de iniciar la cena, Luis Téllez, Presidente del Club de Industriales, compartió con los asistentes la historia del Club, el cual se fundó en 1958 a instancia de un grupo de empresarios e industriales para tener un lugar de reunión y trabajo. Su primer Presidente del Consejo fue Eduardo Prieto y el primer Gerente Jaime Zaldívar.
En la cocina del Club siempre han predominado los platillos de la cocina mexicana, de ahí que en 1972 se editara un libro con el título “México, en la cocina del Club de Industriales”, que hoy se conserva como joya gastronómica.
Fue en octubre de 1999 que, bajo la Presidencia de José Carral y la participación de Antonio Ariza, Gilberto Borja, Carlos Abedrop y Juan Martínez Doria, entre otros grandes empresarios, se formó la Academia Mexicana de Gastronomía. Algunos de sus Presidentes más destacados han sido Antonio Ariza, Juan Martínez Doria, Lourdes Ascencio, Laura Barrenechea de Caraza, Alfonso de Robina y, actualmente, Gabriel Cárdenas, en cuya gestión se firma este convenio con el que se reconocerá globalmente a la gastronomía mexicana.
Una cena en honor al recetario de Sor Juana Inés de la Cruz
Después de disfrutar la intervención del Coro Virreinal de El Claustro, se dio paso a una deliciosa cena a cargo de la Chef ejecutiva del Club de Industriales, Isabella Dorantes, quien preparó un menú inspirado en las recetas del Convento de San Jerónimo, donde Sor Juana Inés de la Cruz vivió durante 27 años hasta su muerte en 1695.
Durante su estancia en el Convento, donde se le encomendó la administración de la cocina, la Décima Musa descubrió en este espacio un laboratorio para la experimentación intelectual, equiparándolo con la creación poética. Sus conocimientos culinarios los plasmó en un recetario con 37 recetas tradicionales que, a través de la combinación de ingredientes indígenas, europeos y árabes, destacan la cocina mestiza de la época.
Como primer tiempo, se ofreció a los comensales un budin de espinaca, que se maridó con vino blanco de Casa Madero. Como segundo tiempo, se sirvió un consomé de res al jerez con chochoyotes (bolitas de masa). Posteriormente, como plato fuerte, llegó un manchamanteles de chamorro de cerdo con cremoso de camote, que se maridó con vino tinto de Casa Madero. Finalmente, de postre, los invitados saborearon un mousse de rompope y biscocho de tres leches y un plato de dulces virreinales acompañados de una taza de café.
Sor Juana Inés de la Cruz es la poetisa más importante de la literatura hispanoamericana y una de las grandes voces del barroco en lengua española. Su obra es testimonio del deseo de saber, de la libertad de pensamiento y del genio criollo novohispano.
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