Ciudad de México.- La salazón es un método muy común para conservar muchos alimentos. Consiste en cubrirlos con suficiente sal para que ésta penetre bien. La sal absorbe la humedad y produce una cierta deshidratación de los alimentos, evitando así el crecimiento de bacterias y microorganismos. Como probablemente habrás escuchado, uno de los productos más comunes que se conservan en sal es el bacalao.

La salazón del bacalao es una técnica milenaria que se inventó para conservar el pescado durante meses en los barcos vikingos, ya que era y sigue siendo considerado un súper alimento por todas sus propiedades nutricionales. El bacalao salado permitía que los navegantes no murieran de inanición en los duros inviernos durante sus largas travesías marítimas en donde difícilmente encontrarían otro tipo de comida debido a las bajas temperaturas.

Por otro lado, el proceso de salazón es una forma sustentable y saludable de conservar los alimentos. La salazón hace que no sea necesario añadir químicos o aditivos que pueden ser perjudiciales para la salud o el medio ambiente.

¿Cómo desalar el bacalao?

The Norwegian Seafood Council nos muestra los pasos necesarios para desalar el bacalao y dejarlo listo para cocinarse.

Recuerda que hay dos factores que debes tener en cuenta, la cantidad y la calidad. En cuanto a la cantidad, planifica correctamente las porciones que vas a servir a tus invitados. Por otro lado, la calidad es vital para conseguir un platillo exquisito.

Algo imprescindible es que el pescado esté certificado como un auténtico bacalao noruego, pues realmente marca la diferencia en cuanto a la preparación y el sabor. Desafortunadamente, hoy en día existen lugares que venden pescado que no es auténticamente noruego, así que para evitar ser víctima de este tipo de fraude, al comprarlo identíficalo con el sello de “Seafood from Norway”.

Ahora que sabes lo básico, pon en marcha los siguientes pasos para desalar el bacalao e impresionar a tus seres queridos en esta Navidad:

1. Limpia la sal con agua. Los trozos de bacalao están cubiertos de una gran cantidad de sal, por lo que se recomienda, antes de comenzar el proceso de desalado, limpiarlo bajo el agua corriente, frotando con los dedos la capa más externa de la sal del bacalao.
2. Remoja el bacalao. Llena un recipiente con agua fría. Debe tener tres partes de agua por una de bacalao. Introduce el bacalao en el recipiente y coloca el recipiente en el refrigerador.
3. Remoja el bacalao por segunda vez. Cuando el bacalao haya estado en remojo durante 12 horas, retira el agua del recipiente. Rellénalo con agua fresca y fría y vuelve a meterlo en el refrigerador durante otras 12 horas. Recuerda que cambiar el agua y el tiempo de remojo son elementos muy importantes.
4. Repite el proceso de remojo dos veces más. Después de las primeras 24 horas, debes repetir el proceso dos veces más, en total cuatro cambios de agua separados por 12 horas, de esta manera el bacalao estará en remojo un total de 72 horas o tres días. Ojo: si el bacalao es desmenuzado, las primeras 24 horas de remojo deben ser suficientes.
5. El bacalao debería estar listo. Una vez que hayas terminado con el proceso de desalado, el bacalao estará en perfectas condiciones para ser utilizado en la cocina y disfrutar de su gran sabor.

Puedes elegir múltiples recetas y variedades para cocinarlo. El bacalao a la vizcaína es un clásico que nunca falla, pero siempre se puede explorar un poco más y encontrar nuevas recetas según la ocasión y así sorprender a tus invitados. Encuentra algunas ideas de inspiración en https://mardenoruega.es/recetas/

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