
Daniela Guerra
Head of PR de Brown-Forman México
Siempre he pensado que las mejores conversaciones suceden alrededor de una mesa. Puede ser una comida familiar de domingo, una cena de trabajo o un almuerzo entre amigos. Algo especial ocurre cuando compartimos pan, un trago o simplemente un café. La mesa nos invita a bajar la guardia, a escucharnos con más atención y a descubrir en el otro mucho más de lo que muestran las palabras.
En Brown-Forman lo vivimos también así. Cada evento en el que participamos busca ser esa mesa compartida, un espacio donde las marcas se convierten en parte de las experiencias de la gente.
El New Mix Pikosito Fest lo demostró con claridad. Más allá de la música lo que quedó en la memoria fue esa sensación de autenticidad, de que la marca entendía a quienes asistieron y los acompañaba en su manera de celebrar. Ese “pikosito” no fue solo un sabor, se convirtió en un lenguaje compartido, una actitud que unió a los asistentes en complicidad.
Y está también Alquimia, donde la coctelería se convierte en un diálogo cultural. No es solo un cóctel bien servido, es un puente entre la creatividad de los bartenders y la curiosidad de quienes buscan descubrir nuevas formas de probar los productos. Una experiencia que confirma que la innovación no es únicamente una tendencia, sino también un acto de apertura y creatividad.
Con esa misma esencia de encuentro, participamos en la Fórmula 1, donde Jack Daniel’s acompaña a McLaren, no solo en la energía sino también en los valores. Estar ahí no significa únicamente aparecer como patrocinadores, sino ser parte de la energía que se vive dentro y fuera de la pista: la emoción que se convierte en comunidad, la pasión que une a desconocidos y esos instantes que permanecen como recuerdos imborrables. Es otro tipo de mesa, quizá sin mantel ni copas, pero con el mismo espíritu de encuentro.
Esa es la verdadera manera en que una marca encuentra su voz, no hablando de sí misma, sino creando espacios donde el consumidor pueda decir: “esto es parte de mi vida”. Así como Woordford Reserve que nos invita a probar la forma contemporánea de hacer el bourbon. Porque si una marca promete autenticidad, el consumidor debe percibirla en todo; desde el sabor hasta la forma en que se vive un evento.
Esa coherencia es lo que permite que un portafolio tan diverso como el de Brown-Forman pueda convivir en distintos. Del Tequila Herradura con sus raíces artesanales y profundas tradiciones, hasta Jack Daniel’s con su espíritu rebelde y global; de un ron Diplomático que evoca sofisticación, hasta un New Mix que conecta con lo festivo y urbano. Cada marca tiene un tono propio, pero todas comparten un principio: hablar con autenticidad.
Al final, todos estos escenarios nos recuerdan que transmitir un mensaje significa crear un idioma compartido con las personas que, al final, nos regalan lo más valioso: su tiempo, su confianza y sus experiencias de vida. Y que lo que permanece en la memoria no son los discursos impecables ni las cifras, sino las emociones que logramos provocar.
Por eso, cada vez que me siento frente a una mesa (sea la de un festival vibrante, la emoción de una carrera o la barra de un bar creativo) pienso en el propósito que guía nuestro trabajo: construir confianza, compartir experiencias y celebrar la vida en buena compañía.
Te invitamos a compartir tu antojo con nosotros, tómale fotos a esos platillos que te hicieron caer en el pecado y muéstralos en nuestra cuenta de X @lagulamx, en TikTok o en instagram @lagulamexico.
