Ciudad de México.- La llegada del nuevo milenio trajo consigo uno de los tequilas extra añejos más prestigiosos de la categoría para celebrarlo, Tequila 1800 Milenio. Un tequila cuya calidad representa más de 250 años de tradición familiar. Su magnífico perfil de suavidad y sutiles notas son resultado de un proceso de 40 meses de extra – añejamiento único y un terminado en barricas de roble francés del bosque de Limousin, usadas previamente para añejar coñac.
Durante años Tequila 1800 ha impulsado el arte, el diseño y la cultura. Por lo que, a partir del 2017, ha colaborado con diferentes artistas para plasmar sus obras sobre la botella y el estuche.
Esta vez se presenta la 4ta edición intervenida por el artista Carlos Amorales. Un artista enfocado en el arte abstracto, que, a través de su proyecto Archivo Líquido, utiliza formas, líneas y nodos, en vez de palabras, para representar su interés en el lenguaje y la posibilidad e imposibilidad de comunicar por medio de formas irreconocibles.
Tequila 1800 como lienzo para artistas
Para su intervención, Carlos Amorales utiliza Tequila 1800 como un objeto donde plasma 10 signos que pueden interconectarse entre sí sobre un pentagrama. Las notas se acoplan de forma decorativa sobre una pauta musical tanto en la caja como en la misma botella, sugiriendo al estuche como una partitura que sólo un músico vanguardista podría hacer sonar.
El uso de estos símbolos crea un balance perfecto entre lo visual, lo narrativo y lo musical. Una percepción típica de un artista, lo que convierte a Tequila 1800 Milenio edición Carlos Amorales en un artículo perfecto para coleccionar.
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