La tradición de los pingüinos en Lo de Julio, gastronomía con sencillez

Ciudad de México.- En Oxford 35, en la colonia Juárez de la CDMX, se encuentra Lo de Julio, un restaurante que ha logrado capturar la esencia de la tradición y la simplicidad, transformando algo tan cotidiano como el vino de mesa en una experiencia única y memorable pero accesible para todos. Con una propuesta innovadora, Lo de Julio está desafiando las normas tradicionales del consumo de vino, sirviendo esta bebida en los icónicos Pingüinos, un guiño a las prácticas antiguas de cantinas en Argentina y Uruguay.

Rescatando el espíritu del vino de mesa

Históricamente, el vino de mesa ha sido visto como una opción económica, sinónimo de simplicidad, pero Lo de Julio está aquí para cambiar esa percepción. Aunque a menudo se asocia con una calidad inferior, el vino de mesa no tiene por qué estar relegado a un segundo plano. Sin las certificaciones de denominación de origen o el estatus de un vino de guarda, el vino de mesa puede ser igualmente delicioso y satisfactorio, ideal para acompañar una comida sin pretensiones.

En Lo de Julio, esta idea cobra vida a través de una cuidada selección de 4 vinos, uno tinto, un rosado, un verde y blancos, que han sido elegidos no solo por su calidad, sino también por su accesibilidad.

La tradición del Pingüino en Lo de Julio: un viaje a través del tiempo

Tardes de PingüinosEl Chef Edgar Delgado nos explicó que el vino servido en jarras con forma de Pingüino es una tradición que Lo de Julio ha adoptado y celebrado. Estos Pingüinos, populares en cantinas y almacenes de Argentina y Uruguay, no son solo recipientes funcionales; son símbolos de la migración y la tradición.

Originalmente usados para fraccionar y servir vino en figuras de un litro sin derrames, estos Pingüinos se han convertido en un emblema de la cultura popular ya que anteriormente el vino se trasportaba en cajas y se fraccionaba en estos envases que podían representar figuras animales. En Lo de Julio, cada Pingüino en la mesa es un tributo a esta rica herencia, ofreciendo a los comensales una experiencia que va más allá del simple acto de beber vino.

Un menú que invita a disfrutar sin complicaciones

Lo de Julio no solo se destaca por su enfoque en el vino; su menú también es un homenaje a la comida sin pretensiones, pero con un sabor inolvidable.

En una reciente visita, La Gula tuvo la oportunidad de probar algunos de sus platos más representativos, como los Ñoquis de Papa, la Milanesa Napolitana, la Porchetta Rostizada, preparada a fuego lento por horas, el Puré de Camote, las Papas Fritas, y la fresca ensalada. Estos platos se caracterizan por su autenticidad, cuidado y sabor, reafirmando la misión de Lo de Julio de ofrecer una experiencia gastronómica que es tanto accesible como deliciosa.

Ñoquis de Papa de Lo de Julio

Todas estas delicias las maridamos con dos vinos europeos excepcionales, un blanco de y un tinto que combinó perfectamente con la porchetta rostizada y la milanesa. Cómo postre recibimos un budín de pan con dulce de leche y crema batida.

Pero la oferta de Lo de Julio no se limita a estos platos; el restaurante cuenta con un menú más amplio que incluye otras opciones, entradas como la Ensalada de Falafel con arúgula, lechuga, camote rostizado y aderezo de limón y tzatziki, la Chistorra a la Sidra con pan tostado, o la Ensalada de Betabel con crema de limón y platos fuertes como el Pollito Rostizado con sal de romero, Puré de Papas y ensalada de coles de Bruselas o la Hamburguesa de Cecina con queso gouda, aguacate, jitomate, cebolla asada y lechuga.

Cada platillo es preparado con ingredientes frescos y sabores que reflejan la dedicación del restaurante a la tradición y la autenticidad. Si deseas conocer más sobre su menú visita su página web.

Lo de Julio: Donde la tradición se encuentra con la modernidad

En un mundo donde el tiempo parece ir a toda prisa, Lo de Julio nos invita a desacelerar, a disfrutar de los pequeños placeres de la vida, como compartir una comida sin complicaciones con amigos o familiares. El vino de mesa, servido en pingüinos, es más que una bebida; es un recordatorio de que las mejores cosas en la vida a menudo son las más simples.

Lo de Julio no solo está comprometido con la tradición, sino también con la calidad y la accesibilidad, haciendo de cada visita una experiencia auténtica y satisfactoria. Ya sea que estés en busca de un almuerzo relajado o una cena llena de nostalgia, Lo de Julio te espera con los brazos abiertos, listo para sorprenderte con sus sabores y su atmósfera acogedora.

Te invitamos a compartir tu antojo con nosotros, tómale fotos a esos platillos que te hicieron caer en el pecado y muéstralos en nuestra cuenta de X ,en TikTok o en instagram @lagulamexico.

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